miércoles, 21 de septiembre de 2011

¡Ánimo valiente!

Se trata de adentrarte, machete en ristre, salacot en la cabeza, y la mirada avezada de un elfo de Tolkien. La mandíbula apretada, preparado el resorte para morder, pero también con la sonrisa acechando en la comisura izquierda del labio, por si lo que se presenta no es la brutal batalla sino la anarquía de la carcajada… y el corazón… el corazón en constante bombeo, repiqueteo mágico de la vida. 

Y una vez preparado, cuando el espíritu y el cuerpo son por fin una única cosa: adentrarte.

Con atención, con intención, con valentía y amor… adentrarte de una vez en las profundidades de ti mismo.

2 comentarios:

escribo porque vivo dijo...

Me gusta, y más ahora, y más hoy

Nor dijo...

Con coraje y voluntad... adentrarse en uno mismo es la aventura más emocionante que podemos vivir en los días que nos quedan... si no, ¿pa qué? ;)