Por que el tiempo es invencible y el deseo nos aturde,
conquistando petulante cada rincón de nosotros,
y tan solo es el contacto de otro cuerpo con mi cuerpo
quien me devuelve veloz al espíritu.
Cuando solo aspiro a beberte en este vertical momento
sin más convencimiento que el brutal aquí y ahora.
No prometo…
no prometes…
Solo este efímero beso, este beso eterno…
Y alimentarnos el uno del otro con hambre y con sed…
y entender…
por fin…
Entender.
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