Si hay algo real que debe ser pronunciado en pensamiento en mi cerebro hoy atribulado es que:
merezco. Merezco calma, amor compartido, respeto propio, honestidad desnuda, merezco palabras dulces como algodón de azúcar y caricias certeras que me despeguen el alma del cuerpo, merezco que las yemas de mis dedos no sangren por amar a cactus y que mi risa no se esconda en mi rostro. Merezco alegría por que ya la tengo, merezco que mi alegría sea respetada y querida, que se valore como agua en el desierto.
1 comentario:
Me encanta, me parece de una dulzura exquisita!
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